Thursday, August 18, 2005

Los documentos contenían descripciones detalladas sobre una ciudad perdida entre montañas malditas, habitadas por criaturas monstruosas desde antes que los dinosaurios dieran sus primeros pasos. Varias fotos demostraban la existencia de una cultura compleja y de seres con forma esferoidal con tentáculos en lugar de brazos, y cabezas con forma de estrellas de cinco picos. Tenían alas las cuales les servían para surcar el espacio de donde habían venido, según la interpretación de ambos científicos de los jeroglíficos que encontraron en varias de las cavernas.

Lo que más me impresionó fue que todo coincidía con lo escrito en el Necronomicon, aparentemente el árabe loco si había logrado encontrar información sobre estos entes espaciales y malvados. Fue cuando nuestro camino a la desgracia comenzó, la curiosidad del científico es su peor cualidad, eso lo sé ahora que me encuentro a unos cuantos instantes de acabar con mi propia vida. Los horrores que hemos vivido van más allá de lo que puedo describir, pero trataré de hacerlo de la mejor forma.

Lo que nos llamó más la atención fue un mapa de estrellas el cual contenían un sin número de patrones numéricos obvios para cualquier estudioso del campo. Aunque el tratar de adaptar los números a nuestra numerología arábica no fue tan difícil como en un principió creí. EL mapa contenía una gran cantidad de sucesos y fechas que eran importantes para la historia de la tierra y después de meses de estudio habíamos podido entender parte de lo que ahí estaba escrito, hasta pudimos fecharlo.

Una noche comprendí que el próximo evento se acercaba y que se iba a dar un día después de navidad en la mayor parte de Asia…….

Monday, August 15, 2005

Queridos amigos hoy les escribo probablemente por una ultima vez he visto cosas que me han hecho darme cuenta de los muchos males que existen en esta tierra y he decidido que mis últimos momentos sirvan para advertir a todos aquellos sobre los males milenarios que asechan en las más oscuras y malvadas profundidades de la tierra.

Como muchos de ustedes saben tengo una muy cercana amistad con el Doctor Alexander Raskolnicov de la Universidad de Miskatonic. Él se especializa en paleontología y es muy dado a excursiones submarinas en búsqueda de ciudades perdidas por eones. Sus expediciones lo habían llevado por muchos lugares del mundo, incluyendo las misteriosas tierras del Oriente mencionadas por muchos de los mitos primordiales, que se pueden encontrar en las anotaciones del árabe loco.

Nunca pensé que mi campo de interés iba a ser de alguna ayuda para el buen profesor, ya que mi especialidad son las matemáticas, sobre todo profundos estudios sobre resoluciones de ecuaciones diferenciales sin solución teórica. Yo pasaba el tiempo en los laboratorios de mi querido amigo siempre que regresaba de alguna de sus tan conocidas aventuras. Siempre sentí curiosidad por los estudios del doctor y su profundo conocimiento de los mitos ancestrales y su talento para encontrar patrones y similitudes entre los diferentes mitos en todas las diferentes culturas. Todo siempre me pareció increíble fantasía hasta que un día las cosas cambiaron.

Una hermosa tarde de marzo una persona un tanto extraña se coló en el laboratorio del buen doctor justo en el preciso momento que yo iba llegando. El tipo se hacía llamar John Hatecraft y decía que era un marino que había trabajado para una empresa que se encargaba en movilizar personas a lugares de difícil acceso.

Nos contó el como llevaron a un grupo de científicos a el Antártico a una de las partes más profundas e inexploradas del mismo. EL “Arkham” era el nombre de la embarcación que los llevó hacia tan malvado destino. Los científicos les aseguraron que una expedición anterior había podido llegar hasta el lugar donde se disponían a ir pero que por el mal clima no habían podido estar mucho tiempo. Después de un tiempo uno de los marineros más experimentados le contó que el mismo Arkham había llevado a esos científicos al mismo lugar hace unos cuantos años, pero que muchos de los marineros que había participado del viaje habían renunciado apenas llegaron a puerto.

Dijo que después de un par de meses tuvieron que regresar con tan solo 2 de los treinta científicos que se habían aventurado en aquellas montañas de locura y ambos dos murieron en el barco por heridas que nadie pudo explicar.

Fue en ese momento que se llevó la mano a uno de los bolsillos de su impermeable y sacó un par de fotos, las cuales contenían imágenes de cosas y mundos que nos aterro al buen doctor y a mí por su parecido a lo descrito en el infame libro del árabe loco Abdul Alhazared, el temible Necronomicón…………………

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