Sunday, February 25, 2007

Perros

Hay que estar loco para pretender ser querido y apreciado.
Hay que estar loco para poder salir a caminar por mi barrio como hace unos cuantos años atrás.
Hay que estar loco para simplemente no pasarle por encima al que haya que hacerlo, no sea que lleguen primero que uno.
Hay que estar loco para creerle a la gente, confiar en los extraños, comerse un ceviche en el mercado.
Hay que estar loco al pensar que la luna siempre se ríe de mí varias veces al año, y aun así la amo de la forma tan loca como lo hago.
Hay que estar loco para no mantenerse enfocado, para no seguir las tantas reglas que siempre repetimos y que no siempre entendemos.
Hay que estar loco para no creer lo que las noticias nos dicen.
Hay que estar loco para no creerle a la gente que nos dicen que las noticias no están bien.
Hay que estar loco para simplemente no dejarse llevar por las masas, pero estar siempre vigilante y poder esquivar el cuchillo cuando sea necesario.
Hay que estar loco como para no clavar el cuchillo en medio de la espalda donde no pueda ser alcanzado.

Hay que estar loco para poder ignorar esa sonrisa que me mata lentamente, junto con las pequeñas y discretas carcajadas que me recuerdan ser feliz.
Hay que estar loco para creer que siente lo mismo que mí, que me llama porque quiere oirme.
Hay que estar completamente loco para poder ignorar esa maldita belleza que la rodea y que hace que este barco naufrague y se rompa contra las piedras de su desprecio.
Será que he encontrado un lugar seguro para poder enterrar mis huesos?

Por el momento seguiré observando a los cerditos volando y observando.....

Wednesday, February 07, 2007

Pigs on the wing

Si no te quisiera, de seguro que no haría las tonteras que hago solo para sacarte una sonrisa.
Si ya no me importaras, no haría las pequeñas llamadas que sirven para tan solo saber si estas ahí.
Si tan solo pudiera dejarte, sería por otra que se parezca a ti.
Si fuera más sincero ya no estarías aquí.
Si la tentación no fuera tan grande, seguramente no haría esas llamadas, ni mandaría esos mensajes.
Si tan solo fuera menos humano, sería probablemente un perro.
Si no fuera porque el diccionario me persigue, siempre te lanzaría malas palabras.
Si todo esto fuera así, nos la pasaríamos esperando para ver los cometas, la lava caer de noche y por supuesto, a los chanchitos volando por los aires, como solo ellos saben.