Que delicado que es el arte, ese tan exclusivo quehacer humano que se ha venido desarrollando desde que nos podemos elevar en dos pies. Es curioso ver como en este país el arte, el delicado arte se encuentra "al filo de la navaja" como le gusta a un amigo mío decir. No voy a dar sermones de como deberíamos desarrollar más el campo artístico en nuestro país porque simplemente me parece aburrido y mas trillado que decir "La vida es una mierda".
El arte es concecuencia del tiempo libre, o del poder dedicarle el tiempo necesario para perfeccionarla, de poder convivir con otros vagos que tienen sus propias propuestas y entre todos hacer una orgía de ideas e influencias. Por desgracia el cafe del Morazán no es un café de París, los poetas malditos de mi tierra son guardas que ha media noche resitan a Edgar Allan Poe " Once upon a midnight dreary" con botella de licor en mano, sin haber pasado bachillerato, no por falta de inteligencia si no por falta de rimas apropiadas.
Se la pasa entonces las noches citando páginas de páginas de libros que nunca leeré y escribiendo novelas en el aire, mientras la poesía se escribe a sus pies y la ironía baila al ver al buen poeta de la vida, vivir la poesía y no escribirla, por lo menos no en papel.
Al llegar el día (es guarda de noche) regresa a su hogar donde lo espera la realidad con dos hijos que lloran al ver su leche convertida en Guaro Cacique y al no saber nada de su padre, de versos libres, en días. Es ahí donde termina el delicado arte tico, en ese miserable círculo de hambre (requisito del buen arte), dolor (ingrediente principal de todo buen poeta) y desdicha (añorable fin de todo aquel que se crea verdadero artísta).
El problema del delicado arte tico es que ya nadie publica, ya nadie lee y ya a nadie le importa un comino que en media noche de mucho reflexionar se me acercó un desgraciado cuervo a decirme: "Nunca más, IMBECIL!"
Saturday, June 10, 2006
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